“Ariadna en el laberinto de las palabras” de Alfonso Brezmes

 

Estamos rodeados de ruido. Por fuera y también por dentro.
Tanto en nuestra vida profesional como personal, la comunicación se encuentra en muchas ocasiones boicoteada por pequeños detalles que pueden llegar a producir grandes movimientos, no siempre para bien.

Los Toltecas, pueblo nativo de México que alcanzó su apogeo entre los siglos X al XII, ya lo sabían y entre ellos tenían unas normas para favorecer la comunicación y así mantener un cierto orden en la comunidad. Esto ha trascendido en lo que ahora conocemos como los Cuatro Acuerdos Toltecas.

1. NO SUPONGAS

No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Lo peor de suponer no es la suposición en sí, sino creer que lo que suponemos es verdad. Suponer hace que en muchas ocasiones actuemos en base a unos preceptos que no son reales, no son ciertos.
Si dudas, pregunta.

2. NO TE TOMES NADA COMO ALGO PERSONAL

Ni los halagos ni los desaires.
La libertad última del hombre es elegir cómo sentirse con respecto a los acontecimientos que le ocurren. En muchas ocasiones no puedes elegir los hechos, pero sí puedes elegir cómo reaccionar a ellos.

3. SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS

Lo que dices es lo que eres.
Cuando definimos una cosa, cuando hablamos de alguien, lo términos que utilizamos, las palabras que elegimos dicen mucho más de mí que de la otra persona.
La impecabilidad de mis palabras acaba traduciéndose en la impecabilidad de mis pensamientos.

4. HAZ SIEMPRE LO MEJOR QUE PUEDAS

Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.
Sé también impecable en tus actos. Tengamos en cuenta el trío:

PENSAMIENTO – EMOCIÓN – ACCIÓN

Es un círculo que parte del anterior acuerdo de impecabilidad en la palabra, que genera pensamientos sanos y ricos, que a su vez generan emociones beneficiosas y que se traducirán en actos impecables.

 

¡Te deseo un feliz e impecable día!

Mamen.